Descentralización: necesidad de los barranquilleros en manos del Concejo Distrital

19 de mayo de 2020Noticias Opinión

Por Richard Martínez

Con frecuencia tenemos contacto con el término descentralización. Éste, a pesar de que puede sonar complejo, justamente lo que buscar es reducir los niveles de complejidad de la administración pública. Su fin es acercar a los gobiernos a la sociedad civil, y viceversa, de tal manera que pueda existir mayor participación ciudadana en la toma de decisiones y construcción de políticas públicas. En este punto, es preciso hacer énfasis, ya que cuando los procesos de descentralización se desarrollan con éxito, los distintos actores de la sociedad civil logran exponer sus problemáticas, necesidades y alternativas de solución, suministrándole así a los gobiernos una hoja de ruta clara, de cómo estamos, a donde queremos llegar, y cuales son los caminos óptimos para hacerlo. Así, las administraciones pueden enfocar su accionar y priorizar su presupuestos, en aras de mejorar la calidad de vida de la población y maximizar los niveles de desarrollo de las entidad territoriales.

Considerando este panorama, se evidencia que la descentralización es un medio para incrementar el bienestar ciudadano. Por este motivo, el Concejo del Distrito de Barranquilla, corporación que actualmente está estudiando el Proyecto de Acuerdo del Plan de Desarrollo Distrital “Soy Barranquilla 2020-2023” y que tiene la ventana de oportunidad de incluir en éste, proyectos puntuales que buscan afianzar la descentralización, debe aprovechar este espacio para hacer historia en nombre de la ciudadanía. Específicamente, en el marco de la descentralización, es vital lograr la inclusión en el plan de desarrollo distrital de los siguientes proyectos: 1. La construcción de sedes administrativas propias en tres localidades (Riomar, Norte Centro Histórico, y Sur Occidente), y 2. El completo funcionamiento de los Fondos de Desarrollo Local en cada una de las cinco localidades de Barranquilla.

 

1. SEDES ADMINISTRATIVAS PROPIAS: MENOS FILAS, MÁS SERVICIOS, Y MÁS RECURSOS PÚBLICOS DISPONIBLES PARA INVERSIÓN

De las cinco localidades de Barranquilla, sólo dos (Metropolitana y Sur Oriente) cuentan con sedes administrativas propias, en las cuales operan las autoridades locales (Alcaldías Locales y Juntas Administradoras Locales) y se ofrecen múltiples servicios institucionales relacionados con los distintos sectores de la administración pública (educación, salud, vivienda, servicios públicos, movilidad, empleo, y seguridad, entre otros). En las otras tres localidades, las sedes no son propias, razón por la cual, se cancelan costosos arriendos y los espacios físicos son limitados, constituyéndose este último punto en un gran obstáculo para que se puedan ofrecer más y mejores servicios en Riomar, Norte Centro Histórico, y Sur Occidente.

Al contar con sedes administrativas propias en las tres localidades anteriormente expuestas, los residentes de cada una de éstas podrán acceder a espacios de atención al ciudadano recorriendo menos distancia, reduciendo gastos en transporte, haciendo menos filas (los barranquilleros se distribuirán entre las cinco sedes y la edificación central de la Alcaldía), y por ende, disminuyendo la cantidad de tiempo que deben permanecer en las instalaciones institucionales. Sin lugar a dudas, este panorama motivará a decenas de ciudadanos que hoy en día presentan asuntos pendientes con la administración distrital, a acercarse a dichas sedes y resolverlos, lo que mejorará el recaudo del gobierno distrital, fomentará la participación ciudadana, y permitirá avanzar en el proceso de consolidación de una administración de “puertas abiertas”.

Adicionalmente, si las tres localidades en cuestión logran tener sedes administrativas propias, no sólo se ampliará la oferta institucional en cada una de éstas, sino que también se dejarán de realizar costosos pagos de arriendos, situación que se traducirá en la existencia de más recursos públicos disponibles para invertir en el mejoramiento de la calidad de vida de los barranquilleros.

 

2.FONDOS DE DESARROLLO LOCAL: MÁS PARTICIPACIÓN CIUDADANA, MÁS CALIDAD DE VIDA, Y MÁS DESARROLLO

En las cinco localidades de Barranquilla los alcaldes locales le presentan proyectos de planes de desarrollo local a las Juntas Administradoras Locales (JALs), y éstas deben iniciar el proceso de revisión, modificación, y aprobación de los mismos. Lastimosamente, en Barranquilla, estos planes de desarrollo local se terminan constituyendo en meros saludos a la bandera, ya que la falta de operación o funcionamiento de los Fondos de Desarrollo Local (FDL), imposibilita contar con recursos para financiar su ejecución.

Según la Ley 1617 del 2013, cada localidad debe tener un FDL, el cual se debe nutrir de las transferencias que realice la administración distrital (10% de los ingresos corrientes de libre destinación distribuidos entre las 5 localidades). Si en Barranquilla se logra que cada FDL cuente con el capital que la normatividad indica, los planes de desarrollo local (construidos de manera participativa y enfocados en la solución de los problemas inherentes a cada localidad) se podrán materializar, lo que permitirá solventar más problemáticas y necesidades propias de cada localidad, y a su vez, conseguirlo con mayor celeridad.

Contemplando este escenario, se evidencia que los FDL son piezas fundamentales en la consecución de mayores niveles de calidad de vida y desarrollo en Barranquilla. Y éstos, al estar bajo la dirección de las autoridades locales (Alcaldías Locales y JALs), que se constituyen en el primer eslabón entre la ciudadanía y la administración distrital, tendrán mayor cercanía con las comunidades. De esta forma, se fortalecerá la participación ciudadana, la cual es vital, tanto para determinar las problemáticas comunitarias y los programas y proyectos necesarios para solventarlas, como, la prioridad que se le debe otorgar a éstos en materia presupuestal. Si el plan de desarrollo distrital y el presupuesto de Barranquilla se consideran distantes para la sociedad civil, la realidad asociada a los planes de desarrollo local y los FDL es distinta. Puesto que, que estas dos últimas creaciones de la descentralización buscan darle mayor acceso, control y participación a la ciudadanía, para que de la mano de las autoridades locales logren trabajar en pro del desarrollo de cada localidad.

Ciertamente, el Concejo del Distrito de Barranquilla tiene el balón de la descentralización en su cancha. Esta corporación publica de coadministración no está en la obligación de darle una respuesta positiva a cualquier proyecto que presente la alcaldía distrital tal y cómo lo radique, tiene la facultad de modificarlo. Y en este caso, es preciso realizar las modificaciones pertinentes para alcanzar una verdadera descentralización en el distrito, y en consecuencia, promover el bienestar ciudadano que surge de la cristalización de este proceso ¡El 27 de octubre Barranquilla votó por el Concejo, ahora es preciso que el Concejo vote por Barranquilla!
#ConcejoVotaPorBaq

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