Indígenas emprenden en Atlántico con el SENA

12 de junio de 2019Atlántico

Diseño, corte de plantilla, preparación de hormas, hasta el montaje final de una sandalia o plataforma en cuero, son algunas de las competencias que desarrollan indígenas tubareños desde hace dos meses con el SENA.

A 21,4 kilómetros de la cabecera municipal de Tubará queda el corregimiento de Juaruco, centro poblado atlanticense, de calles polvorosas, vocación agrícola y descendencia Mokaná.

A esta zona de acceso remoto, llegó el SENA con oportunidades de formación y empleo.

Muchos jóvenes con tal de terminar el bachillerato caminan hasta dos horas para lograrlo, porque el colegio del pueblo solo llega hasta noveno grado, sino se quedan ahí. Por eso, que el SENA esté acá, impulsando nuestra creatividad, dándonos algo que hacer, una opción para traer el sustento, es realmente una bendición”, aseguró Mayra González, indígena Mokaná, quien los últimos años se ha desempeñado como ama de casa.

Junto con ella, otros 25 miembros de esta etnia se están formando como Emprendedores en Elaboración de Bolsos y Calzado de forma Manual a través del programa SENA Emprende Rural (SER).

Es así como crearon la unidad productiva ‘Marroquinería y Artesanias Ztupara’, mediante la que diseñan, confeccionan en cuero y pintan a mano sus creaciones.

Uno no tiene la posibilidad de formarse en una carrera, con el costo de los pasajes o te transportas o comes, por eso me siento tan feliz con esta formación porque esta es la única manera de salir adelante, pues en el pueblo no hay fuentes de empleo y ahora sabemos hacer sandalias, tenemos pedidos, incluso hemos enviado a Estados Unidos nuestros productos”, expresó Maryoris González, aprendiz SENA.

Esta formación se brindó en alianza con la Fundación ‘Crece Mujer, Empodera tu Vida’, entidad sin ánimo de lucro que dispuso de máquinas y herramientas.

“Nuestra formación llega a todos los rincones del país y el departamento, estamos orgullosos de aportar a la creación de equidad, de apoyar a las poblaciones rurales dándoles herramientas como formación, asesoría, acompañamiento y capital semilla para que generen ingresos de acuerdo a sus intereses, actividades económicas o vocación productiva”,  dijo Jacqueline Rojas Solano, directora del SENA en  Atlántico.

Así como la etnia Mokaná, los Zenú también son beneficiarios de las oportunidades de la entidad más querida por los colombianos, como es el caso de Rosa Carrillo, descendiente de la etnia Zenú que empezó a ‘tejer’ con el apoyo del SENA, su sueño de emprender y de promover sus raíces.

“Yo crecí entre artesanías, el tejido es parte de quien soy, pero quería mejorar las técnicas, innovar, de ahí mi interés de ingresar al SENA donde aprendí lo necesario para mejorar acabados, combinar materiales. Además me asesoraron en emprendimiento”, comentó Rosa Carrillo, egresada del programa Emprendedora en Elaboración y Comercialización de Objetos Artesanales de la regional Atlántico.

De ahí nació Marday Colombia, idea de negoció que se materializó gracias al apoyo de Fondo Emprender del SENA por más de $109 millones.

Actualmente es gerente de su propia empresa, mediante la que diseña y fabrica artículos en caña flecha, fibra natural que es cultivada previamente por indígenas en Tuchín (Córdoba) y es pintada con productos naturales como la yuca, la batatilla, la hoja de bijao o la cascara del plátano.

Empezamos haciendo los bolsos, carteras y sombreros en la sala de mi casa, ahora estamos adquiriendo maquinaria, adecuando un taller, todo gracias a los recursos entregados por el SENA; por eso agradezco tanto, porque era el apoyo que necesitaba para crecer”,  comentó Rosa, quien actualmente genera 3 empleos directos en el municipio de Malambo (Atlántico).

En 2018, el SENA en Atlántico formó a más de 5 mil personas entre indígenas, afrocolombianos, gitanos, raizales, entre otros.

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