¿Educación virtual?
22 de abril de 2020Opinión Victor Herrera Michel
Una de las primeras medidas que adoptó este gobierno para evitar el contagio del Coronavirus, incluso antes de la cuarentena, fue el de que los establecimientos educativos, tanto públicos como privados, enviaran a sus alumnos a casa y allí primero tuvieran “vacaciones” anticipadas y después “clases virtuales”.
Con esta medida quedó al descubierto otra de nuestras falencias: Una gran cantidad de estos estudiantes no tienen como recibir la respectiva instrucción. En efecto, de acuerdo a cifras oficiales de la Secretaría de Educación en el Atlántico más del 70% de los 108.000 estudiantes de colegios públicos (diferentes a los municipios certificados de Soledad y Malambo y Barranquilla) no tienen acceso a Internet en sus casas. Y solo el 22% de un total de 6.600 alumnos que se alistan para las pruebas Saber 11 tienen acceso al ciberespacio. Por otra parte, la Universidad del Atlántico inició una “Tabletón” para que empresas y proveedores donen Tabletas a sus estudiantes que no cuentan con esta tecnología.
Entonces: ¿De qué tipo de Educación Virtual podemos hablar…?
Hay que ser claros: ¡¡Hoy, cuando un niño o un joven NO tiene acceso a internet, realmente a lo que NO tiene acceso es al conocimiento!! ¡¡Es un analfabeto digital …!!
Este experimento de la Educación Virtual decretada por el gobierno ha resultado tan positivo que la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, que tenía proyectado en su Plan de Gobierno construir 200 colegios durante los próximos 4 años, ha preferido destinar esos recursos en cobertura de Internet y dotación de Tabletas a más de 100 mil niños que carecen del acceso a estas herramientas de estudio.
¿Será que los dineros de la construcción física de instalaciones (como el nuevo teatro que costó $ 15 mil millones) o de nuevas sedes de la Universidad del Atlántico en varios municipios del departamento serviría mejor para llegar, a través de la tecnología, a los 27 mil estudiantes que semestralmente no pueden acceder a esa institución por falta de cupos y a muchos otros alumnos ubicados en los más apartados sitios del departamento…?
Entre las ventajas de la Educación Virtual están que es incluyente, es decir es asequible y fácil de usar para jóvenes de todos los estratos socio económicos en zonas urbanas o rurales; La reducción de costos de transporte, alimentación, matrícula, pensión, libros, útiles y uniformes, entre otros, sobre todo en jóvenes de escasos recursos; El ahorro en el tiempo pues permite hacer otras labores al mismo tiempo; El fomento de la autonomía y de la responsabilidad porque el alumno deberá ganar unas asignaturas con su propio esfuerzo; La posibilidad de adelantar otros cursos de formación con estas mismas herramientas; La obtención de una formación personalizada; Y la interrelación con otros estudiantes similares de cualquier parte del mundo, entre otros.
Claro que, a pesar de sus bondades, para implementar la Educación Virtual habría que enfrentarse a unos celosos “guardianes” que viven del rubro de la Educación, el de mayores recursos en el Presupuesto Nacional: Los políticos que se benefician de los constructores de mega colegios y sedes universitarias y de los contratistas de los PAE así como de las cuotas clientelistas de funcionarios, rectores, profesores, aseadoras y celadores; Las poderosas editoriales de libros y útiles escolares; Los transportadores de servicio público colectivo y masivo; Los vigorosos sindicatos de profesores, porque muchos de los docentes, ante su escasa preparación en tecnología, terminarían reemplazados por robots; E incluso, aquellas instituciones privadas que tienen a la educación como “negocio” que podrían perder muchos de sus “clientes”.
Como ven, parece imposible. ¡¡Pero soñar no cuesta nada…!!
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