El dios Air-e y los corronchos de «alcurnia»
6 de septiembre de 2022Opinión Ulises Redondo
Por Ulises Redondo Cienfuegos
En Barranquilla a los usuarios de los servicios públicos domiciliarios no les gusta movilizarse para protestar por el abuso de estas empresas prestadoras de dichos servicios que hacen de las suyas, atracando legalmente, sin revolver ni cuchillo, sin antifaces, disfraces o pasamontañas, a sus anchas, cobrando altas tarifas injustificables a cambio de un pésimo servicio. ¡No joda ni Juanito Alimaña se atrevió a tanta robadera infraganti!
A los barranquilleros raizales y quienes vienen de otro lugares y que han sido «adoptados» como hijos de «Currumba», no les gusta protestar, les da física pena reclamar, pena que justifican como algo cursi, de mal gusto, de poco pedigrí de mala alcurnia. Son corronchos que viven de prejuicios. ¿Qué dirán mis vecinos si me ven reclamando en las calles?, dirán algunos. ¡Si nos ven reclamando pensarán que estamos «llevaos», exclamarán otros.
Estoy por creer que estos corronchos de «alcurnia» se ha creído el cuento de que Barranquilla es la Miami de Colombia solo porque ven unas cuantas palmeras sembradas en sectores exclusivos del norte, ¿seguirán creyendo que es el «mejor vividero del mundo»? y, claro, ¿cual corroncho de «alcurnia» que no quiera exponer su corronchería se va a atrever a reclamar en una ciudad del Primer Mundo?, aunque en realidad sea un centro urbano en donde los servicios públicos domiciliarios son impagables y, por supuesto, termina siendo un "moridero" imparable para muchos, incluídos los corronchos de «alcurnia».
Como añoro a mi vieja Barranquilla, la ciudad a la que Estercita Forero (q.e.p.d.) le compuso y le cantó varias canciones. Los corronchos de «alcurnia» ignoran la Barranquilla engalanada con los palitos de matarratón, sin tantas palmeras. Al menos, las hojas de matarratón servían para curar algunas enfermedades, en cambio estas palmeras del norte no dan ni coco.
Cómo anhelo a mi «Curramba» hospitalaria, no tan violenta, aquella que aún no había sido asaltada por completo por los corruptos del sector público y del privado, por ambos porque ambos comen en el mismo plato. La situación es tan grave que no nos queda otra alternativa distinta a esperar que terminen los días de la rapiña y que a alguien se le ocurra sembrar palos de matarrata, porque ahora son enormes y hasta pasean orondas por las calles observando si aun hay algo que les falte por llevarse a la cueva.
La ciudad fue invadida por corronchos de «alcurnia» y cada día llegan más y están en todas partes, en la politiquería, en las iglesias evangélicas y hasta en las emisoras radiales A.M., y FM Stereo ¡Da miedito! ¿De donde saldrán tantos? Crecen rápido como el monte. Yo no tengo nada en contra de estos corronchos, no los odio, solo detesto su corronchería. Unos son corronchos-corronchos, suena mejor decir: corronchonchones, venidos de acullá de regiones inhóspitas, incluidos cachacos acorronchados; otros son corronchos por imitación o influenciados, es decir, corronchos originarios de Quilla, pero a quienes se les pegó la corronchería como si esta fuera peste. Como yo no los odio, les doy un consejo gratis: así como se corronchizaron, descorronchicense, por el amor de Dios. Aprovechen el llamado al diálogo nacional que propone Petro y firmen un acuerdo de paz para que se desmovilicen y se reinserten a la vida civilizada, pero por favor, por el bien civil, ¡déjennos en paz!
A estos corronchos de "alcurnia" les gusta aparentar auto suficiencia económica y estatus que no tienen. Yo, como tengo piel de cocodrilo no creo en tantas bellezas, hay personas viviendo en estratos 4 y 5 que consumen dos raciones de alimentos al día que en realidad es una si tenemos en cuenta …Para ellos el servicio de energía eléctrica, por ejemplo, es más valioso que algunos alimentos de primera necesidad de la canasta familiar y pagan el precio que sea, aunque los estén «tumbando». Podrán «mamar» «filo» pero imposible sacrificar la canasta de programas de televisión (telenovelas, realitys y fútbol) e imposible sacrificar el waifai, porque no pueden desprenderse del teléfono móvil para chatear, la mayoría de las veces de manera ociosa.
A estos corronchos de «alcurnia» no les importa vivir con pocas cosas, mientras no les falte el ron, las «frías», la fiestas, las parrandas, el chateo y los juegos del Junior se dan por bien servidos… ¡Ah, claro si no pagan el sagrado (sagrado por los altos costos) servicio de energía eléctrica prestado por el Dios Air-e, «nanai cuca» de lo otro.