Hernando Mendoza Ripoll, ahora narra la palabra de Dios
Por: Francisco Figueroa Turcios
Hernando Mendoza Ripoll, siempre con un estilo alegre, cuando narraba fútbol tenía una virtud, a pesar del tono bajo en el que llevaba el relato, en el instante de gol, sacaba aire del fondo del alma y producía unos decibeles altísimos.
Y ese mismo estilo que lo caracterizó como narrador de fútbol, ahora lo utiliza desde hace 25 años para predicar la palabra de Dios.
Hernando Mendoza, conocido en el mundo radial como el “Hombre gol”, hizo parte de la camada de narradores que trasmitían los partidos del Junior en el Estadio ‘Romelio Martínez’, en las décadas de los setenta y ochenta, al lado de Edgar Perea, Roger Araújo, Lao Herrera, Tomás Barraza, Enrique J. Shiller y Alberto “Canario” Brito.
Duró veinte años narrando fútbol, su inicio fue en Radio Libertad, donde permaneció durante nueve años y tenía como comentarista a Roy Vergara, luego pasó a Todelar, más tarde a RCN y culminó su carrera en Emisora Atlántico.
¿Porqué dejó la narración deportiva para predicar la palabra de Dios? A los 80 años de edad, con la tranquilidad espiritual después de 25 años de estar en los caminos del señor Jesucristo, Hernando Mendoza, habla sin tapujos y como él lo reconoce que no somos cuerpo glorificado, hasta que no se conoce la palabra de Dios. Dos hechos lo llevaron a predicar la palabra por las calles de Barranquilla y cinco años en Estados Unidos.
A las diez de la mañana del día miércoles 13 de noviembre del año 1985, la madre de Hernando Mendoza se sentó en la mecedora de la sala para observar por la televisión las noticias de la tragedia de Armero, aquel desastre natural producto de la erupción del volcán Nevado del Ruiz, que dejó un saldo de 25 mil personas muertas. Cuando comenzaron a mostrar el drama de la niña Omaira Sánchez, que fue el símbolo de la tragedia de Armero, Doña Beatriz Ripoll sufrió un infarto.
“Yo estaba con mi madre viendo por televisión la tragedia de Armero. A ella le impactó el caso de Omaira Sánchez, lo que produjo un impacto sobrenatural en mi mamá. Y sufrió un infarto. Quedó tendida en el piso. Clamé a Dios y le dije: “ilumíname padre amado”. Se me vino a la mente la imagen de mi amigo y colega Sergio Ramírez García. Lo llamé y él me dijo: “La palabra de Dios tiene poder, dobla las rodillas y pídele a nuestro Señor Jesucristo que te cubra con su manto”.
Comencé a orar con las palabras que en ese momento me salían del corazón. Recuerdo que le prometí que si salvaba a mi madre me retiraría de la narración. Cuando abrí los ojos, mi madre abrió los ojos y me preguntó qué le había pasado, que solo recuerda que le dio un fuerte dolor en el pecho. Yo le dije: “estas viva gracias a la misericordia de Dios”. Cuando llegó el médico García Solano, luego que la examinó me dijo: “esta viva de puro milagro”, relata Hernando Mendoza Ripoll.
Y sobre el tema de su adicción a la droga, Hernando Mendoza Ripoll habla sin tapujo y considera que fue un vegetariano. En el mundo de la droga, el termino vegetariano se le acuña a las personas que fuman marihuana. “Nos decían los castalios, porque lo nuestro todo era verde, sin nada de químico”.
“La fama es un imagen que lo atrae al mundo de la droga y cuando uno ingresa solo el poder de nuestro señor Jesucristo lo puede salvar a uno. Comencé a fumar marihuana en el Country Club, recibí esa influencia del grupo con quien andaba: Roy Vergara, Pacho Romano y Alejandro Urueta.
El llamado a predicar

Hernando Mendoza, La promesa no la cumplió al pie de la letra, porque continuó narrando los partidos del Junior, tanto de local como visitante.
estaba en deuda con Dios ante la promesa luego de salvarle a su madre, Doña Beatriz Ripoll y el 22 de diciembre del año 1983 recibió el llamado a predicar.
“A las cinco de la mañana me despertó una voz que me dijo “predica mi palabra y te salvaré”. Me levanté oré y tome la decisión de dedicarme a la predicar la palabra del Señor Jesucristo, dejar de fumar marihuana y la narración deportiva.
La amistad con Sergio Ramírez García fue fundamental para cimentar mi vocación para ingresar a la iglesia cristiana. Llevo 20 años al lado de Sergio, en Radio Minuto y predicando en las calles de Barranquilla y Estados Unidos» relata Mendoza Ripoll, sobre el llamado de Dios a predicar su palabra.
«Hernando Mendoza, es un predicador creativo y de mucha Fe. Él fue un drogadicto consumado. El lo dice —sin pena Cuando predica ,es el predicador con más sentido del humor que he visto con un humor barranquillero. En sus prédicas combina la unción con ese sentido del humor: es como disfrutar y reírse dentro de la solemnidad de un servicio…..y es a la vez barranquilleramente terapéutico y de sanidad interior .
También lo usa Dios sanando los enfermos En hospitales y clínicas. Nunca lo ves de mal humor. Siempre te hace reír. Después de haber estado al borde de la locura por las drogas , puedes oírlo predicando en un altar por horas y horas, nunca te vas a aburrir. Es un hombre de grande amor por los enfermos. Y los habitantes de la calle los lleva a la iglesia muchos son curados » reseña Sergio Ramírez García, sobre el apostolado de Hernando Mendoza.
Hernando Mendoza Ripoll, es un hombre feliz, en su semblante se le puede advertir. Sus ojos brillan de alegría y gozo cuando predica. Él dejó de narrar los partidos de Junior para predicar la palabra de Dios en una forma innovadora y con mucha fe.


