Restricción del sueño altera cómo el cuerpo digiere las grasas

Se sabe que un número importante de personas no cumplen con la cantidad de horas de sueño recomendadas por noche, lo que aumenta su riesgo de obesidad y de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y mortalidad temprana, entre otras comorbilidades.
Los mecanismos por los cuales la insuficiencia crónica de sueño aumenta el riesgo de enfermedad cardiometabólica son poco conocidos, pero los resultados de un reciente estudio aportan nueva evidencia sobre cuán dañina puede ser la falta de sueño.
OTRO ENFOQUE
Una gran cantidad de investigaciones previas han mostrado que la interrupción del sueño tiene efectos nocivos sobre el metabolismo. Sin embargo, la mayoría de esos estudios se han centrado en el metabolismo de la glucosa, y relativamente pocos han evaluado la digestión de los lípidos de los alimentos.
En ese sentido, un equipo de investigadores diseñó un experimento orientado a profundizar en esa materia. Para ello, reunieron a un grupo de 15 voluntarios, con edad promedio de 20 años, quienes ingresaron al laboratorio de sueño para una realizar un experimento de diez noches.
Durante cinco de esas noches, a los participantes se les limitó el tiempo de sueño a 5 horas por noche.
Para descubrir cómo este incómodo horario afectó el metabolismo, los investigadores dieron a los participantes una cena estandarizada alta en grasas (chilli mac).
Después de cuatro noches de restricción de sueño, los investigadores observaron que, a diferencia a cuando habían descansado bien, la mayoría de los participantes manifestaron sentirse menos satisfechos después de comer la misma comida mientras estaban privados de sueño.
Luego, los investigadores compararon muestras de sangre de los participantes del estudio y encontraron que la restricción del sueño afectaba la respuesta lipídica posprandial, lo que conducía a una eliminación más rápida de los lípidos de la sangre después de una comida. Eso podría predisponer a las personas a aumentar de peso.
TIEMPO DE RECUPERACIÓN
La semana laboral simulada terminó con una noche simulada de viernes y sábado cuando los participantes podían pasar diez horas en la cama. Después de la primera noche, comieron un último plato de chili mac.
Aunque el manejo metabólico de las grasas de los alimentos por parte de los participantes fue ligeramente mejor después de una noche de recuperación del sueño, no se recuperaron al nivel registrado al inicio del estudio.
Sobre la base de estos resultados, los autores del estudio se preguntan si dar un mayor tiempo de recuperación cambiaría la magnitud de la recuperación que observaron, y de ser así, cuánto sería ese tiempo.
En todo caso, explican los autores, los resultados del estudio brindan una perspectiva valiosa sobre cómo manejamos la digestión de las grasas y revelan que la falta crónica de sueño influye en ese proceso.
Referencia: Four nights of sleep restriction suppress the postprandial lipemic response and decrease satiety. Journal of Lipid Research, 2019. https://doi.org/10.1194/jlr.P094375