‘Sendero escolar seguro’, un proyecto para promover el cuidado de niñas, niños y adolescentes camino al colegio

Consiste en una iniciativa de la Fundación Gonzalo Rodríguez de Uruguay, la empresa Impala Terminals Colombia y la Agencia Nacional de Seguridad Vial en la Institución Educativa Josefa Donado en la Vereda Cabica en Soledad (Atlántico), que busca identificar los factores de riesgos asociados a la movilidad desde y hacia la escuela y a partir de allí, plantear acciones en pro de la protección de la vida de niñas y niños en las vías.

A 5 kilómetros del municipio de Soledad (Atlántico) queda Isla Cabica, en medio del río Magdalena está este territorio de gente trabajadora donde muchos son familia y mujeres lideresas velan por sus hijas e hijos, aún en medio de muchas necesidades. Allí se encuentra ubicada la Institución Educativa Josefa Donado – sede rural, donde más de setenta niñas, niños y adolescentes de esta zona estudian su primaria.

A este lugar llegó la Fundación Gonzalo Rodríguez de Uruguay, la empresa Impala Terminals Colombia y la Agencia Nacional de Seguridad Vial a iniciar un proyecto de cooperación y acompañamiento a la comunidad, para trabajar en la identificación de factores de riesgos a los que se enfrentan las niñas, niños y adolescentes
durante su camino a la escuela y cómo prevenirlos con una ruta de protección y cuidado para una movilidad escolar segura, que contemple la generación de conciencia y educación vial, así como el cambio de comportamiento durante los desplazamientos y la consolidación de una red comunitaria de cuidado en la vía.

“La seguridad vial es una construcción colectiva y desde la Agencia seguimos aunando esfuerzos con aliados internacionales y el sector productivo en esta oportunidad con una misión importante y es motivar la protección de nuestras niñas y niños que sabemos que son actores viales vulnerables. Lastimosamente este año hemos perdido en siniestros viales a 120 menores de edad entre los 0 y 15 años en Colombia, muertes que no tenían que pasar y que debemos entre todas y todos generar una conciencia social”, comentó Mariantonia Tabares, directora general de la Agencia Nacional de Seguridad Vial.

Por eso durante tres días y como primera fase del proyecto, representantes de las entidades realizaron talleres prácticos y actividades sobre el reconocimiento de la seguridad vial con estudiantes, sus madres, padres y cuidadores, así como con maestros del plantel educativo. Esta iniciativa toma como punto de partida los viajes de las niñas, niños y adolescentes hacia y desde la escuela, donde en su gran mayoría los realizan en calidad de peatones.

“Para nosotros es muy satisfactorio estar aquí, viendo una realidad que duele y que merece ser revisada y apropiada por las comunidades que, con este trabajo, sin duda, empezarán a cambiar el modo de ver la seguridad con que se desplazan hacia y desde la escuela. Lo mejor, ver la receptividad de menores, de padres y de comunidad, unidos con las entidades involucradas, para evolucionar hacia caminos de protección y cuidado de los niños, niñas y adolescentes del sector”, asegura María José Pessano, directora ejecutiva de la Fundación Gonzalo Rodríguez de Uruguay.

Yiseth Suárez tiene tres hijos estudiando en la institución educativa y comenta que diariamente para llegar al colegio se camina alrededor de media hora desde la casa, así mismo resalta la importancia de venir en grupo para sentir la compañía, “el mensaje que nos han dado es muy importante para que sigamos teniendo mucho cuidado al trasladar a nuestros niños al colegio y sobre todo, garantizar que siempre vengan con un adulto responsable que los supervisa, nunca solos para así prevenir cualquier peligro en el camino porque la vía es transitada”, dijo al finalizar uno de los talleres sobre protección en la movilidad segura.

“Es oportunidad para nosotros de traer un poco más de bienestar a la comunidad, desarrollamos talleres para asegurarnos que desde la pedagogía podamos tener mejores prácticas de movilidad para niñas y niños. Desde nuestra gestión procuramos impactar positivamente a las poblaciones cercanas a nuestros centros operativos, involucrando no solo al centro educativo, sino también a madres, padres y cuidadores”, dijo Diana Marcela Reyes, gerente de Responsabilidad Social Corporativa de Impala.

‘Sendero Escolar Seguro’ como se denomina el proyecto, tiene como mensaje principal “Cuido mi vida en la vía” y espera desarrollarse en cuatro fases: diagnóstico, elaboración del plan y propuesta de actuación, implementación, y sistematización de la experiencia del trabajo articulado, para compartir a nivel nacional e internacional, y contribuir a proteger la vida de quienes son más vulnerables.