Vamos al Paro..!!

Por: Victor Herrea / @vherreram
El paro, como ejercicio del derecho constitucional a la protesta, es casi obligatorio en un país tan desigual como Colombia cuya economía crece al 3,3% (16 veces más que el resto de Latinoamérica, que lo hace al 0,2%) pero que no crea empleos -es decir oportunidades para la gente- sino que, por el contrario, los destruye. En efecto, llevamos 19 meses de incremento sucesivo del desempleo lo que quiere decir que la mayor parte de la riqueza adicional producida se queda –de manera legal o ilegal- en pocas manos y no en quienes realmente la necesitan.
Es por eso que cada quien tiene su razón para participar en el paro nacional convocado para mañana:
Los trabajadores por un salario mínimo justo y contra las privatizaciones y la creación del holding financiero de las entidades de Estado y las reformas laboral y pensional que planea el gobierno y que piden los gremios. Los Estudiantes para tener mayores oportunidades de ingreso a la universidad y para que la plata de la educación no se utilice para pagar deudas estatales. Los educadores para que se cumplan los acuerdos con Fecode, especialmente en salud. Los Indígenas contra la sistemática eliminación de sus miembros. La clase media contra los nuevos impuestos de la renovada ley de financiamiento. Los líderes sociales contra los asesinatos persistentes de sus representantes en todo el país y contra la violencia generalizada e incontrolada como producto de las bandas del narcotráfico (Disidencias de las Farc, ELN, Cartel de Sinaloa, etc.) en zonas como el Cauca, Catatumbo y Arauca o al interior de las ciudades por el fenómeno del microtráfico. Mucha gente por el incumplimiento del gobierno en la implementación del Acuerdo de Paz con las Farc. Otros contra la Minería ilegal, el Fracking o el uso del glifosato por sus efectos perversos en materia ambiental y social. Y una gran mayoría contra el desempleo y la corrupción que crecen cada día. Los costeños, además, contra los “Tarifazos” injustificados del pésimo servicio de energía.
El gobierno, por su parte, ha tratado de satanizar el paro, orientando más la atención hacia la convocatoria o el desarrollo de la protesta – generando incertidumbre, miedo, pánico, odio, amenaza, polarización, etc. – antes que en el contenido de las peticiones. En cuanto a las mentiras de que habla, olvida aquello de que: “..Es más fácil engañar a la gente, que convencerlas de que están siendo engañadas…” con lo que el CD sería víctima de su propio invento.
El presidente Iván Duque -en su peor momento de popularidad- debería escuchar más lo que piden en las protestas -como se lo recomendó la nueva Reina Nacional de la Belleza- y tomar ejemplo de Chile en donde su homólogo, Sebastián Piñera, no solo reconoció el descontento social de su país como producto de las prácticas neoliberales sino que llegó al acuerdo de realizar una consulta popular para reformar la constitución. Al igual que los violentos “Chalecos Amarillos” que marcharon en Francia este fin de semana por las mismas razones que aquí: la pérdida del poder adquisitivo, el aumento de los impuestos y las desigualdades sociales.
La propia iglesia católica colombiana ha reconocido que el paro es producto de la corrupción, el desempleo, la inequidad social y la falta de acceso a servicios de alimentación, salud, y educación.
El gobierno debería recordar lo que dice Moisés Naím: “..Hoy los cambios han hecho que el poder sea más fácil de obtener, más complicado de usar y más difícil de conservar..” (El Fin del Poder. 2013)